viernes, 18 de marzo de 2011

REFLEXION SOBRE LA HISTORIA ORAL

La enseñanza de la historia tiene como uno de los principales instrumentos el uso de la palabra oral y escrita. Es atreves de la palabra como el alumno se apropia de la experiencia de los adultos y va creando un nuevo pensamiento y nuevas concepciones de la realidad que vive.
En este sentido, el trabajo del docente referido a la historia dentro del aula no implica que la historia consista en fechas, descripciones de hechos, anécdotas o sucesos que se guardan mediante la memorizacion, si no que se debe propiciar un aprendizaje crono-lógico bajo la planeacion de programas actualizados y los propósitos sugeridos en el enfoque de la historia.
Las criticas mas comunes y constantes que recibe la enseñanza de la historia son los siguientes:
-La situación abstracta de la materia.
-La falta de una didáctica adecuada para su impartición.
-Las pocas horas que se le dedican.

El docente debe lograr que sus alumnos dejen de ser pasivos para convertirlos en entes activos; construyendo y avanzando de posibilidades de interlocutor, propiciando que la historia se comprenda desde los significantes conceptuales que los alumnos han adquirido en el presente y desde su mismo proceso de socializacion para luego modificarlo o complementarlo con su participacion en el discurso haciendo que nuevamente esos aprendizajes se contextualicen, ya no solo en el pasado si no en el presente.
Es conocer como se produce y que resultado tiene en la construcción de conceptos esa interacción discursiva de alumno-maestro-contenido.
Se debe hacer un trabajo de tipo descriptivo y analizar el discurso del docente a partir de cuatro categorías: afirmaciones, reflexiones, analogías y preguntas.
Es evidente la necesidad de que el docente se despoje de sus propias concepciones de esas respuestas correctas que siempre quiera escuchar y de oportunidad al alumnos de expresar sus ideas de argumentarlas, reconstruirlas o desecharlas.

1 comentario:

  1. Ciertamente es urgente que los docentes dejemos de lado las prácticas tradicionales y dar paso a nuevas estrategias que hagan más interesantes las clases.

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